SILENCIO E INDIFERENCIA SIMBOLOS DE AGRESION

SILENCIO E INDIFERENCIA SIMBOLOS DE AGRESION

SILENCIO E INDIFERENCIA GENERADORES DE VIOLENCIA

SILENCIO E INDIFERENCIA GENERADORES DE VIOLENCIA

jueves, 12 de agosto de 2010

PADRES CONSENTIDORES- HIJOS INSEGUROS

MÉXICO (Notimex).- Los padres que consienten demasiado a sus hijos, sobre todo en los primeros cinco años, que no ponen límites y permiten la influencia de muchas personas en la educación del menor, provocan inseguridad y proclividad a las adicciones en la adolescencia.
La coordinadora de Formación y Entrenamiento de la asociación civil Psicología y Educación Integral, Yolanda Dávila, explicó que el extremo consentimiento puede llevar al pequeño a tener problemas de adaptación desde la etapa escolar del jardín de niños.La especialista en psicoanalítica infantil y del desarrollo abundó que las consecuencias más drásticas de continuar con esta forma de educar a los niños y delegar responsabilidades a los abuelos u otros miembros de la familia, confunden al menor y los padres pierden autoridad sobre ellos.
Dávila, quien es también especialista en psicoterapia de grupos y psicodrama clínico, indicó que los niños deben saber y entender que los padres son los pilares de la familia y a ellos son a quienes corresponde poner las reglas.La pérdida de autoridad a los padres por delegar la educación y cuidado de los hijos o el consentimiento extremo por sentir los padres culpa de abandono hacia los hijos, trae como consecuencia que los niños al crecer y llegar a la adolescencia sean inseguros y propensos a las adicciones. Resaltó que el menor debe entender que no siempre puede tener lo que quiere, y se le debe explicar y darle la razón de por qué no se deben hacer las cosas, como es evitar un fuerte accidente o un daño para el pequeño. Para que no se sientan culpables por creer que abandonan a sus hijos debido al trabajo, la experta recomendó a los padres que reflexionen y tomen conciencia de que si el problema existe sería conveniente tener ayuda profesional.
Entre los tips para poner límites estándar explicación del por qué no se deben hacer las cosas, sin acciones violentas, y que demuestren que todos nos ceñimos a reglas. Explicó que un problema que se da, incluso de manera inconsciente, es que los padres se contradicen y no siguen las mismas reglas, sobre todo en girar instrucciones o respetar las decisiones que toman para poner límites a los hijos.Reconoció que revertir situaciones de mala o falta de educación es un trabajo desgastante y difícil, pero debe empezar hacerse, a poner limites con paciencia y sin violencia, antes de que entre a la edad de la pubertad o adolescencia.Reiteró que la educación en los primeros años de edad es fundamental para un desarrollo sano mental del individuo, porque de los cero a los cuatro años el niño tiene la posibilidad de aprender muchas cosas y a partir de los cinco años el desarrollo se vuelve más paulatino.Destacó que no es recomendable usar la palabra castigo sino "consecuencia" de un acto, porque la primera genera rechazo, y además se debe cumplir la advertencia de castigo, al igual que cumplir lo que se prometió.
"Nunca se ponen premios o castigos si no se van a cumplir; siempre se dan muchos consejos para educar a los niños por parte de abuelos, tíos, hermanos y amigos, pero en realidad lo más importante es poner limites a los niños, entre ellos imponer horarios", comentó.La psicoterapeuta explicó que cuando son bebés, en los primeros meses duermen y comen y poco a poco se debe orientar a los pequeños a que duerma más por las noches y durante el día haga sus alimentos, para establecer horarios. Otro punto importante es que mediante la guía del pediatra empiece a comer sólidos, porque si siguen consejos de familiares o amigos pueden cometerse graves errores que dañan la salud, como provocar que desarrollen alergias a alimentos que no deben consumir antes del año.

jueves, 5 de agosto de 2010

¿RESIGNACION O ACEPTACION?

ACEPTAR SIN RESIGNARSE

La resignación deja en tu mente una frustración constante y en el alma un vacío desolador.

Es el refugio de la inconciencia en la que la mente se cansa de luchar inútilmente para acomodar la vida a sus deseos. Cuando dejas de quejarte y de forcejear, puedes serenarte y recuperar tu energía vital.

La sabiduría es comprender esta gran verdad: tener paz interior es más importante que luchar. Llega la luz, cuando te das cuenta que el camino para liberarte del sufrimiento no está afuera de ti. No sigas en batallas estériles en la pretensión de cambiar la realidad, mas bien elige cambiar tu reacción y tu modo de ver la vida.

Entonces trasciendes la limitación de la resignación y puedes entrar en el camino de la comprensión y de la aceptación. La aceptación es la ciencia que libera del sufrimiento y regala a la mente la paz y la redención total; te da esa felicidad que parece esquiva.

Inconciencia es pretender que la realidad se adapte a tus deseos egocéntricos, conciencia es practicar la aceptación amorosa. Para lograrlo, trabaja sobre tu mente y sé plenamente consciente de ti mismo en el aquí y ahora. Elige vivir en paz y armonía con los demás tal como son y con los hechos, por más detestables que te parezcan.

Recuerda que no hay personas buenas ni malas, sólo espíritus concientes o inconcientes.

Ámalos y alcanza una paz perfecta. Tu felicidad depende de no seguir el ego, comprender las leyes que rigen la existencia y asumir calmado lo que no depende de ti. Acepta sin renegar a los otros y la realidad externa, y cambia con amor lo que puedas. Lo que te cuesta es lo que viniste a aprender, no te duermas y no evadas los aprendizajes. Lo que no aceptas te hace sufrir, porque te empecinas en acomodar la realidad a los deseos casi siempre individualistas del ego.

Decide cambiar la interpretación de los acontecimientos y cuando sufras pregúntate: ¿qué es lo que no estoy aceptando? Repite muchas veces esta afirmación: me acepto como soy, me quiero y valoro mis dones sin caer en la trampa de la soberbia.

Acepto los hechos y a las personas, pongo mis pies en la tierra y creo que el mundo marcha como debe ser; así no me estrello contra el muro de las ensoñaciones. Sigo el camino de Jesús o de Buda exento de juicios, discriminación o exclusión.

Me apoyo en lo mejor de mismo para avanzar paso a paso con una fe sólida y una esperanza infatigable. Perdono y me perdono, porque soy consciente del daño que me causan los odios atorados en el alma. Confío en Dios, porque sé que Él sana mis desgarramientos y es mi fortaleza en los tiempos aciagos.

Avanzo con decisión y sin premura, porque todo llega en su momento justo, ni antes ni después. La aceptación amorosa es alegre, dinámica y positiva, no me cruza de brazos y me impulsa a mejorar lo que puedo.

*********************Escrito Por: Gonzalo Gallo González************************


Resignarse tiene que ver con un acto de sumisión, de mansedumbre, de ceder para no causar trastornos, para evitar discusiones o peleas. Cuando uno se resigna no acepta que el deseo propio haya sido frustrado. La resignación siempre incluye enojo, bronca que puede transformarse en deseos de venganza: "Ya van a saber quién soy". La persona resignada queda adherida al objeto perdido o jamás encontrado; no puede ni siquiera entrar en la etapa de duelo por ese objeto perdido. Siempre se lo añora de una manera nostalgiosa. "Nostalgia" es un profundo dolor (algia) por lo que no está (no-sta), por lo que no pudo ser, por lo que ya fue y no sigue siendo (la niñez, los padres de la infancia, la juventud, etc.) En esta condición, la energía de la persona queda estancada en ese objeto imposible.

En cambio, en la aceptación de la frustración de un deseo se pone en marcha un mecanismo de reconocimiento de que la realidad ES la realidad. Este estado permite y favorece el proceso de duelo mediante el cual uno se despide para siempre de lo que no está o no pudo ser y la energía queda liberada para iniciar otro proyecto. Este proceso necesita, en ocasiones, de bastante tiempo según la trascendencia del objeto perdido.

En relaciones tormentosas no hay aceptación de que el otro es como es, que sus deseos son SUS deseos. Por el contrario, se le quieren imponer los propios como si fueran grandes verdades. A su vez, el otro miembro, vive la misma realidad: sus deseos y proyectos son los auténticos y verdaderos, no los del otro. Si por imperio de las circunstancias uno tiene que ceder su deseo en aras del proyecto del otro, no se lo hace con gusto, con esa condición del amor que es la renuncia, sino con fastidio, con refunfuño, esperando consciente o inconscientemente una reparación.

Aquel fastidio por postergar sus deseos sin defenderlos adecuadamente, puede transformarse, con el tiempo, en una especie de "ausencia de deseos". Llegado a este estado la persona se adhiere al deseo del otro. Es típico de esta situación el pedir la misma comida que el otro. El despertar de un deseo necesita, en estos casos, de la iniciativa de un otro. Pero se trata de un deseo vacío, empobrecido, engañoso, falso porque no surge de la propia interioridad de la persona sino de la iniciativa de otro. Esto también nos muestra lo desparejo de esa relación y este estilo puede dar lugar a demandas y quejas del tipo "!Nunca se te ocurre nada a ti!".

En relaciones trascendentes, en cambio, como se respetan las individualidades, se aceptan los deseos del otro eligiendo participar en ellos o no. Esto da lugar a un enriquecimiento mutuo por cuanto se llegan a compartir experiencias, relacionadas con el cumplimiento del deseo del otro, que nunca se vivirían de otra manera. En la relación tormentosa, al adherirse al proyecto del otro o al atacarlo pero cediendo al fin, no hay enriquecimiento por cuanto se "participa de mala gana". No hay, entonces, una asimilación de esa experiencia.

En la relación trascendente, aunque no haya aspiración de tal o cual cosa, hay un profundo y auténtico anhelo de compartir la experiencia de realizar tal proyecto sabiendo que, al hacerlo, se están creando las condiciones para contribuir a la felicidad del otro.

Analía tiene el deseo de visitar la Feria de Artesanía y Folklore de Mataderos. A Agustín no le interesa lo telúrico ni las artesanías: no le "dicen" nada. No obstante, conociendo que para su hermana es tan importante ir, decide acompañarla por iniciativa propia. Decide llevar la filmadora. Recorriendo la feria se interesa en la doma de caballos y pasa una tarde de disfrute filmando distintas escenas.

Héctor quiere ir a la exposición de Informática. Insiste a Elsa, su hermana menor que lo acompañe pues quiere mostrarle la Realidad Virtual. Elsa le contesta, despectivamente, que no le interesan esas cosas.

Se produce una discusión en donde él le reprocha que siempre la acompaña donde ella quiere ir. "Me acompañas porque quieres; nadie te obliga.", le responde. Héctor se ofende porque ella no le reconoce su "buena voluntad" y decide no ir tampoco a conocer la nueva tecnología en computación. Elsa hace un gesto de fastidio y le reprocha que siempre pasa lo mismo. Al final accede pero tiene mala cara en todo momento. Ninguno de los dos disfruta de la exposición.

Estos son dos ejemplos cotidianos que se pueden verificar tanto en usted mismo, como en los demás.

EMILIO ATOGNAZZA

martes, 3 de agosto de 2010

OBSESIVO, PARANOICO, NARCISISTA o DEPENDIENTE?

Es muy fácil decir que alguien es un acomplejado, pero pocos saben realmente lo que eso significa. Se trata de problemas de emociones, actitudes y conductas que tienen su origen en las relaciones infantiles del individuo, y que en gran medida están ligados a todas las prohibiciones que los padres inculcaron en el inconsciente del niño. Claro está, mucho de lo que popularmente es considerado un complejo entraña un trastorno de personalidad

Antes de abordar el tema de los complejos es bien importante aclarar desde el punto de vista psicológico que es casi imposible hablar de personas totalmente "normales" o "sanas", ya que todos los seres humanos tienen -en mayor o menor grado- algo de paranoicos, narcisistas, histéricos u obsesivos. Cada individuo es una mezcla única de cualidades que configuran ese "algo" singular y casi seguramente irrepetible que constituyen las diferencias personales. Ahora bien, cuando alguno de esos rasgos se exagera se hace intolerable para los demás o para el individuo; ya hay síntomas de que algo no funciona bien en los intrincados parajes de la mente humana.


Muchas veces las personas no detectan exactamente qué les sucede, pero saben que hay algo dentro de ellas que les impide relacionarse adecuadamente con los demás o alcanzar objetivos determinados en su vida profesional.Actualmente, se ha popularizado en el lenguaje cotidiano la palabra complejo para designar a una persona problemática. Sin embargo, apuntó Argelia Melet -médica psiquiatra del Instituto Médico Campo Alegre- que la palabra complejo fue utilizada por primera vez por la escuela psicoanalítica de Zurich (por Bleuler y Jung) para significar situaciones internas del individuo que se estructuran a lo largo de sus relaciones infantiles y que se manifiestan en todos los niveles psicológicos: emociones, actitudes y conductas adaptadas.


Por la misma deformación de la definición de complejo, es frecuente escuchar "tal persona es una acomplejada o que tiene complejos de superioridad", aunque al hablar con la terminología psicoanalítica exacta, los complejos son tan específicos como Edipo, Castración, Electra, Inferioridad, Superioridad, Culpa y Paterno.

Las cosas por su nombre

En términos de la psiquiatría y psicología actual, en lugar de complejos se habla de Trastornos de Personalidad, los cuales engloban conceptos psicopatológicos mejor integrados. Según la experiencia profesional de Melet, lo que la gente llama popularmente complejo es en realidad algo más profundo que entraña los rasgos patológicos de la personalidad, de allí que la psicología y psiquiatría moderna hablen de trastornos de personalidad.


A las consultas de los especialistas acuden muchas personas que creen padecer un complejo, pero lo que realmente presentan es un trastorno de personalidad. En la sociedad contemporánea, cuatro son los trastornos que se presentan con más frecuencia: Obsesivo, Paranoide, Narcisista y Dependiente.


Según explicó Melet, cuando una persona presenta un trastorno obsesivo se comporta como un perfeccionista exagerado que se preocupa por los detalles al máximo y que a la vez tiene dificultad para tomar decisiones. Los individuos que rodean al paciente con trastorno obsesivo lo perciben como un ser poco afectuoso, frío, racional y moralista, que critica las expresiones emocionales. El trastorno obsesivo suele ser confundido con el complejo de culpa.


Otro trastorno de personalidad muy frecuente es la paranoia. El individuo paranoide siempre piensa que es juzgado, amenazado o perjudicado por los demás. Estas personas se caracterizan por estar tensas, incapaces de relajarse, no aceptan críticas y tienen poco o ningún sentido del humor. La paranoia es llamada popularmente complejo persecutorio.


El narcisista es aquella persona que exige que la admiren por sus logros, pide aplausos y atención. Usualmente se exhibe como alguien con muchos méritos -aunque en realidad nos los tenga-; a la vez es incapaz de comprender los sentimientos ajenos y padece graves crisis de envidia por los éxitos o logros ajenos. Con facilidad se puede identificar al narcisista con el llamado complejo de superioridad. En el otro extremo se encuentra el trastorno de dependencia, puesto que la persona que lo sufre es incapaz de tomar decisiones propias y es temerosa de expresar desacuerdos con las opiniones ajenas por miedo a ser rechazada. Fácilmente se siente aplastada ante la crítica más inocente y tiene gran dificultad para afrontar la soledad. Por estas características, al trastorno de dependencia se le confunde con el complejo de inferioridad.


Otra visión

Desde el punto de vista de Francisco Novoa, educador de profesión, con 18 años de trabajo e investigación en el área de desarrollo y excelencia personal, los complejos son una respuesta ante un estímulo externo, pero dicha respuesta viene condicionada por algún factor o "programa" que está en el inconsciente.


El inconsciente del individuo lo podemos comparar con un espiral que desde el momento de la gestación, y más aún después del nacimiento, comienza a absorber y formar criterios de vida, los cuales Novoa llama "programaciones". En la medida que el individuo adquiere educación y experiencias, forja sus criterios de vida, que pueden durar por siempre. Cuando se produce un estímulo externo, éste pasa por el espiral del inconsciente y de allí saca las respuestas en base a las experiencias pasadas.


Muchas programaciones dejan resultados negativos dentro del individuo y es por eso que tantas veces la persona no sabe por qué reacciona de determinada forma ante los acontecimientos cotidianos, indicó Novoa.


De los 0 a los 8 años de edad los padres forjan el 90 por ciento de los criterios de vida de sus hijos a través de la educación y el ejemplo, que son cruciales durante la vida adulta del individuo. Estos criterios que inculcan los padres tienen mucho que ver con lo que le dicen a su hijo, porque para los niños lo más importante es su relación con el mundo a través de sus padres, ya que asumen los criterios de éstos como verdades. Por ejemplo, si los padres le dicen al niño que es bruto y se lo repiten con frecuencia, llega el momento en que el niño coloca esta apreciación en su espiral inconsciente, la cual se convierte en una programación y se genera el complejo de inferioridad.


Una vez que el ser humano asume como verdad algo así, comienza a dar respuestas que corroboren dicha verdad, porque una de las cosas que más le genera conflicto es entrar en controversia con su verdad interna, y por ello la defiende consciente o inconscientemente. Muchas veces se produce la paradoja de que esa persona que se cree inferior comienza a obtener resultados positivos y satisfactorios con su desempeño en un determinado aspecto, pero como ésto es incongruente con la verdad interna que le recuerda que es bruto, adopta conductas que invaliden su actuación brillante.


Este tipo de situaciones, que tangible y conscientemente resultan desagradables porque reafirman una situación de inferioridad, internamente -a nivel del inconsciente- producen "tranquilidad", ya que no hay contradicción con la verdad interna.


Esa "tranquilidad" es el primer beneficio que obtiene el individuo cuando reafirma su verdad, situación que es absolutamente inconsciente, porque se desarrolla como un diálogo tan íntimo que el mismo individuo no lo escucha. Del otro lado están los beneficios más directos, tales como la comodidad, porque al constatarse su "incompetencia" o "inferioridad", se logra la excusa perfecta: yo no puedo, yo no soy capaz, no me exijan más. Mientras la persona no logre detectar ese juego interno, no puede superar la situación de inferioridad.


Desde la óptica de Francisco Novoa, existen dos extremos que se registran como complejos: superioridad o inferioridad ante las cosas, y de allí se desprende gran cantidad de complejos específicos que están relacionados con las actividades individuales de cada ser humano.


Por lo general, una persona con complejo de inferioridad subutiliza sus posibilidades, mientras que quien padece complejo de superioridad no conoce límites, lo que la lleva a estrellarse ante determinadas situaciones que van más allá de sus conocimientos y capacidades. Incluso, la frustración que genera el impacto debido a un complejo de superioridad puede desencadenar complejos de inferioridad.



LOS SINTOMAS

Tendencia a la pereza, a abandonar retos, olvidar las metas, chocar estrepitosamente ante situaciones por haber exagerado las potencialidades, en fin, resultados muy negativos de carácter repetitivo, son las características que Francisco Novoa detecta en una persona que sufre algún complejo. En este sentido, Argelia Melet señaló que los tres problemas más frecuentes que llevan a una persona hasta su consulta -por trastornos de personalidad/complejos- son la dificultad en el desempeño social y logro de metas, la ansiedad (especie de temor inespecífico y sin motivos) y la depresión (entendida como una suerte de derrota psicológica y biológica ante las dificultades). Otros síntomas de estos problemas son la pérdida de sueño y apetito, incapacidad para concentrarse, preocupación irracional por todo -especialmente por el futuro- y temor a actuar, ya sea porque no siente ánimos para hacerlo o porque psicológicamente duda ante el más mínimo problema.
Complejos y trastornos de personalidad

Es muy fácil decir que alguien es un acomplejado, pero pocos saben realmente lo que eso significa. Se trata de problemas de emociones, actitudes y conductas que tienen su origen en las relaciones infantiles del individuo, y que en gran medida están ligados a todas las prohibiciones que los padres inculcaron en el inconsciente del niño. Claro está, mucho de lo que popularmente es considerado un complejo entraña un trastorno de personalidad

Antes de abordar el tema de los complejos es bien importante aclarar que desde el punto de vista psicológico es casi imposible hablar de personas totalmente "normales" o "sanas", ya que todos los seres humanos tienen -en mayor o menor grado- algo de paranoicos, narcisistas, histéricos u obsesivos. Cada individuo es una mezcla única de cualidades que configuran ese "algo" singular y casi seguramente irrepetible que constituyen las diferencias personales. Ahora bien, cuando alguno de esos rasgos se exagera se hace intolerable para los demás o para el individuo; ya hay síntomas de que algo no funciona bien en los intrincados parajes de la mente humana.


Muchas veces las personas no detectan exactamente qué les sucede, pero saben que hay algo dentro de ellas que les impide relacionarse adecuadamente con los demás o alcanzar objetivos determinados en su vida profesional.


Actualmente, se ha popularizado en el lenguaje cotidiano la palabra complejo para designar a una persona problemática. Sin embargo, apuntó Argelia Melet -médica psiquiatra del Instituto Médico Campo Alegre- que la palabra complejo fue utilizada por primera vez por la escuela psicoanalítica de Zurich (por Bleuler y Jung) para significar situaciones internas del individuo que se estructuran a lo largo de sus relaciones infantiles y que se manifiestan en todos los niveles psicológicos: emociones, actitudes y conductas adaptadas.


Por la misma deformación de la definición de complejo, es frecuente escuchar "tal persona es una acomplejada o que tiene complejos de superioridad", aunque al hablar con la terminología psicoanalítica exacta, los complejos son tan específicos como Edipo, Castración, Electra, Inferioridad, Superioridad, Culpa y Paterno.



Las cosas por su nombre

En términos de la psiquiatría y psicología actual, en lugar de complejos se habla de Trastornos de Personalidad, los cuales engloban conceptos psicopatológicos mejor integrados. Según la experiencia profesional de Melet, lo que la gente llama popularmente complejo es en realidad algo más profundo que entraña los rasgos patológicos de la personalidad, de allí que la psicología y psiquiatría moderna hablen de trastornos de personalidad.


A las consultas de los especialistas acuden muchas personas que creen padecer un complejo, pero lo que realmente presentan es un trastorno de personalidad. En la sociedad contemporánea, cuatro son los trastornos que se presentan con más frecuencia: Obsesivo, Paranoide, Narcisista y Dependiente.


Según explicó Melet, cuando una persona presenta un trastorno obsesivo se comporta como un perfeccionista exagerado que se preocupa por los detalles al máximo y que a la vez tiene dificultad para tomar decisiones. Los individuos que rodean al paciente con trastorno obsesivo lo perciben como un ser poco afectuoso, frío, racional y moralista, que critica las expresiones emocionales. El trastorno obsesivo suele ser confundido con el complejo de culpa.


Otro trastorno de personalidad muy frecuente es la paranoia. El individuo paranoide siempre piensa que es juzgado, amenazado o perjudicado por los demás. Estas personas se caracterizan por estar tensas, incapaces de relajarse, no aceptan críticas y tienen poco o ningún sentido del humor. La paranoia es llamada popularmente complejo persecutorio.


El narcisista es aquella persona que exige que la admiren por sus logros, pide aplausos y atención. Usualmente se exhibe como alguien con muchos méritos -aunque en realidad nos los tenga-; a la vez es incapaz de comprender los sentimientos ajenos y padece graves crisis de envidia por los éxitos o logros ajenos. Con facilidad se puede identificar al narcisista con el llamado complejo de superioridad. En el otro extremo se encuentra el trastorno de dependencia, puesto que la persona que lo sufre es incapaz de tomar decisiones propias y es temerosa de expresar desacuerdos con las opiniones ajenas por miedo a ser rechazada. Fácilmente se siente aplastada ante la crítica más inocente y tiene gran dificultad para afrontar la soledad. Por estas características, al trastorno de dependencia se le confunde con el complejo de inferioridad.



Otra visión

Desde el punto de vista de Francisco Novoa, educador de profesión, con 18 años de trabajo e investigación en el área de desarrollo y excelencia personal, los complejos son una respuesta ante un estímulo externo, pero dicha respuesta viene condicionada por algún factor o "programa" que está en el inconsciente.


El inconsciente del individuo lo podemos comparar con un espiral que desde el momento de la gestación, y más aún después del nacimiento, comienza a absorber y formar criterios de vida, los cuales Novoa llama "programaciones". En la medida que el individuo adquiere educación y experiencias, forja sus criterios de vida, que pueden durar por siempre. Cuando se produce un estímulo externo, éste pasa por el espiral del inconsciente y de allí saca las respuestas en base a las experiencias pasadas.


Muchas programaciones dejan resultados negativos dentro del individuo y es por eso que tantas veces la persona no sabe por qué reacciona de determinada forma ante los acontecimientos cotidianos, indicó Novoa.


De los 0 a los 8 años de edad los padres forjan el 90 por ciento de los criterios de vida de sus hijos a través de la educación y el ejemplo, que son cruciales durante la vida adulta del individuo. Estos criterios que inculcan los padres tienen mucho que ver con lo que le dicen a su hijo, porque para los niños lo más importante es su relación con el mundo a través de sus padres, ya que asumen los criterios de éstos como verdades. Por ejemplo, si los padres le dicen al niño que es bruto y se lo repiten con frecuencia, llega el momento en que el niño coloca esta apreciación en su espiral inconsciente, la cual se convierte en una programación y se genera el complejo de inferioridad.


Una vez que el ser humano asume como verdad algo así, comienza a dar respuestas que corroboren dicha verdad, porque una de las cosas que más le genera conflicto es entrar en controversia con su verdad interna, y por ello la defiende consciente o inconscientemente. Muchas veces se produce la paradoja de que esa persona que se cree inferior comienza a obtener resultados positivos y satisfactorios con su desempeño en un determinado aspecto, pero como ésto es incongruente con la verdad interna que le recuerda que es bruto, adopta conductas que invaliden su actuación brillante.


Este tipo de situaciones, que tangible y conscientemente resultan desagradables porque reafirman una situación de inferioridad, internamente -a nivel del inconsciente- producen "tranquilidad", ya que no hay contradicción con la verdad interna.


Esa "tranquilidad" es el primer beneficio que obtiene el individuo cuando reafirma su verdad, situación que es absolutamente inconsciente, porque se desarrolla como un diálogo tan íntimo que el mismo individuo no lo escucha. Del otro lado están los beneficios más directos, tales como la comodidad, porque al constatarse su "incompetencia" o "inferioridad", se logra la excusa perfecta: yo no puedo, yo no soy capaz, no me exijan más. Mientras la persona no logre detectar ese juego interno, no puede superar la situación de inferioridad.


Desde la óptica de Francisco Novoa, existen dos extremos que se registran como complejos: superioridad o inferioridad ante las cosas, y de allí se desprende gran cantidad de complejos específicos que están relacionados con las actividades individuales de cada ser humano.


Por lo general, una persona con complejo de inferioridad subutiliza sus posibilidades, mientras que quien padece complejo de superioridad no conoce límites, lo que la lleva a estrellarse ante determinadas situaciones que van más allá de sus conocimientos y capacidades. Incluso, la frustración que genera el impacto debido a un complejo de superioridad puede desencadenar complejos de inferioridad.



LOS SINTOMAS

Tendencia a la pereza, a abandonar retos, olvidar las metas, chocar estrepitosamente ante situaciones por haber exagerado las potencialidades, en fin, resultados muy negativos de carácter repetitivo, son las características que Francisco Novoa detecta en una persona que sufre algún complejo. En este sentido, Argelia Melet señaló que los tres problemas más frecuentes que llevan a una persona hasta su consulta -por trastornos de personalidad/complejos- son la dificultad en el desempeño social y logro de metas, la ansiedad (especie de temor inespecífico y sin motivos) y la depresión (entendida como una suerte de derrota psicológica y biológica ante las dificultades). Otros síntomas de estos problemas son la pérdida de sueño y apetito, incapacidad para concentrarse, preocupación irracional por todo -especialmente por el futuro- y temor a actuar, ya sea porque no siente ánimos para hacerlo o porque psicológicamente duda ante el más mínimo problema.


Superar el conflicto



En el terreno de las soluciones a este tipo de problemas, bien sea complejo o trastorno de personalidad, los psicólogos y los psiquiatras están capacitados para ayudar al paciente, siempre y cuando se haga un buen equipo con el especialista.


Del lado de los tratamientos alternativos están las terapias de desarrollo personal, conocidas con el nombre de psiconeurolingüística, porque su función es la decodificar una actitud o comportamiento en el cerebro de la persona para reprogramar al paciente.


Desde el punto de vista de Argelia Melet, ese tipo de terapias no contempla el problema de la estructura de la personalidad; es decir, se aboca a atender un asunto específico sin considerar integralmente la personalidad del individuo.


En opinión de la psiquiatra, los trastornos de personalidad y los complejos se pueden tratar para que la persona mejore apreciablemente su padecimiento y pueda desenvolverse acertadamente. En lo que respecta específicamente al tratamiento, Melet levanta un perfil o historia del paciente donde indaga en su vida infantil, relaciones con los padres, familiares y amigos; de esta manera establece una imagen global del individuo. Luego prepara un diagnóstico y posteriormente busca concientizar al paciente de que tiene un conjunto de problemas, para proceder a trabajar en un reaprendizaje que tienda a superar la situación conflictiva. En este punto, el psiquiatra le señala constantemente al paciente las soluciones que fueron delineadas a lo largo de las sesiones, porque la persona tiende a abandonar con cierta frecuencia el tratamiento, una vez que comienza la fase de aplicar las herramientas que convino con el especialista, en su vida cotidiana. Sobre la práctica y los resultados, el especialista y el paciente ajustan las acciones a seguir.


Ahora bien, el tratamiento que aplica un terapista de personalidad gira en torno al conocimiento que cada quien tiene sobre sus resultados ante las situaciones, ya que esta persona no conoce sus programaciones inconscientes.


Una vez esclarecidos ambos aspectos, el terapista busca establecer verdades internas que apoyen los resultados que se esperan, y si fuera el caso, sustituir las codificaciones negativas. Según la experiencia de Novoa, cuando se obtiene un resultado distinto a lo que se espera, lo que hay que hacer es observarlo, no olvidarlo y comenzar a utilizar técnicas de afirmaciones repetitivas que estén diseñadas en función de alcanzar ese resultado.


Las técnicas repetitivas lo que buscan es cambiar el estado de conciencia del individuo; o sea, limpiar el inconsciente de las programaciones limitantes.


Para lograr esta reprogramación el paciente debe definir -con ayuda del terapista- las afirmaciones, que son oraciones estructuradas en forma positiva en acción y en tiempo presentes. Estas afirmaciones se deben repetir, más allá de las contradicciones internas que genera escuchar una afirmación que se opone a la verdad interna. Al actuar ante la situación y obtener resultados positivos, las afirmaciones pasan a ser nuevas programaciones que sustituyen al criterio limitante.


Cabe destacar que las afirmaciones y repeticiones se establecen en torno a visualizaciones que el paciente debe delinear nítidamente como metas por alcanzar, para lograr el crecimiento personal y la superación de los problemas. Este trabajo es individual e interno, nadie lo puede hacer por otro. Desde luego, puede que una programación cambie sin este tipo de trabajo cuando sucede un hecho fortuito contundente que trastoque los criterios del individuo; sin embargo, no es lo común.

http://www.producto-light.com.ve/actitudes/complejos.html

FIRMA EN DOS NIVELES INDICATIVA DE COMPLEJOS DE INFERIORIDAD POR PROBLEMAS EN LA PROYECCIÓN DE LA IMAGEN PERSONAL.

EL MARGEN DERECHO

La amplitud del margen derecho indica la seguridad con que nos enfrentamos a nuestro ambiente. La manera de resolver nuestros problemas y la forma de relacionarnos. Si lo hacemos con seguridad, con fuerza, con convicción, en cuyo caso las líneas llegarán al final del margen no superior a 2 centímetros.

Si por el contrario se tiene miedo, complejos, temores, llegado el momento de afrontar problemas y relaciones que nos parecen difíciles, siendo así, que el margen será mucho más amplio, de 3 a 6 CMS. o más, traduciendo ello el miedo inconsciente a llegar al final del margen, es decir, al presente y al futuro. De ahí que inconscientemente la mano se detiene dejando un margen mucho más amplio.

EL SIGNIFICADO GRAFOPSICOLÓGICO DE LA FIRMA EN DOS PLANOS O NIVELES.

Si la firma se traza con el apellido debajo del nombre, traduce el miedo inconsciente a “llegar” al final de la línea. Teme invadir el margen derecho. De ahí que podamos establecer el significado genérico que firmar así refleja complejos de inferioridad, miedos y temores en encarar el futuro.

OPINIÓN DE ALGUNOS GRAFÓLOGOS SOBRE LA FIRMA EN DOS NIVELES

El Profesor Augusto Vels dice : “ Depende mucho de la persona que se trate, si es mujer u hombre, si es casada ( en el caso de la mujer) y de las circunstancias familiares y sociales que concurran en cada caso.

Se ha observado en mujeres casadas que hacen prevalecer su nombre sobre el apellido, el cual es postergado o puesto debajo. Inconscientemente se desea mantener el privilegio del rol familiar y se le quita valor al rol social con el cual no se sienten identificadas. Puede indicar también, en forma simbólica, el deseo de volver al antiguo hogar, al de los padres, por sentirse poco identificada con el rol de esposa con el marido.
En un hombre puede reflejar una satisfacción plena del rol que tiene en la vida familiar y un sentimiento de “vergüenza” o de insatisfacción, de fracaso o de minusvalía en la vida social o profesional. También puede equivaler a un complejo de Edipo no liquidado, en el que persiste el odio al padre y la identificación narcísica con la madre.

En otros casos hemos observado que se puede dar en personas que tienden a la autodestrucción de su vida social y privada, sobrecargados por sus complejos de culpabilidad, por su necesidad de droga y por el dolor inicial que su enfermedad le produce, sintiéndose impotentes y destruyendo su relación familiar y social a la vez que se destruyen a sí mismos” Y el Profesor Vels pone algunos ejemplos.

El Profesor Francisco Viñals Carrera opina que “ es indicativo de infravaloración. Tendencia a vivir en dos planos: el espiritual y el material. Prioridad a la relación personal por encima de los convencionalismos. Rebelión si tiene que trabajar en algo que no le va personalmente. En algunos casos se ha observado también como reflejo de complejos de tipo físico. “

Muñoz Espinalt y Adolfo Nanot opinan “ que los motivos grafológicos que ofrece la estructura de las diversas palabras de la firma no acaban aquí ni mucho menos. Pronto observamos que hay dos formas de colocar las palabras del autógrafo: una a continuación de otra - sistema que sigue casi todo el mundo - y unas debajo de otras. Mientras el primer caso es la forma normal, el segundo refleja siempre profundos complejos de inferioridad motivados casi siempre por causas físicas.”

El Profesor Muñoz Espinalt pone el ejemplo de la firma de Cervantes haciendo notar que dicha apreciación queda confirmada por el hecho de que Cervantes era manco.

Otro grafólogo, José Villacís, dice : “ Lo normal (término impreciso pero no carente de fundamento en grafología ) es que se sitúe la firma completa nombre y/o apellidos más la rúbrica en una sola línea tal como venimos observando, sin embargo, puede darse el caso de que el nombre o bien el apellido se coloquen en un renglón inferior y debajo del primero. En unos casos rebelan cierto sentido de inferioridad que puede ser físico y también social, en otros, con una rúbrica ampulosa que encierra el nombre y apellido puede revelar una súper compensación de un sentimiento de inferioridad a través de la presunción de gestos y de la vanidad que trata de esconder un profundo sentido de inferioridad.

COMPLEJO DE INFERIORIDAD POR PROBLEMAS DE IMAGEN

En nuestro Gabinete de Formación y Asesoramiento tenemos un departamento de Asesoría de Imagen Personal que dirige Dña. Rose Marie Torregrosa González. Todas las personas que desean un asesoramiento de imagen, ( expresividad, vestimenta, capacidad de comunicación y sobre todo la coordinación entre la forma y el fondo, es decir el ser y el parecer) deben contestar por escrito a cuatro preguntas y firmar la declaración. Son las siguientes: ¿ Como me veo actualmente ? ¿ Qué imagen doy ? ¿ Qué imagen me gustaría dar ? ¿ Qué podría hacer para mejorar ? Este hecho nos ha permitido obtener muchas muestras de letra y a la vez conocer a las personas que las han escrito y comentar con cada una la firma a doble nivel.

Hemos conseguido una muestra de 123 hombres y 52 mujeres con la característica de la firma en dos planos. Las hemos podido clasificar así:

[color=green]En Mujeres:

Por problemas de obesidad = 15 mujeres
Por corta estatura= 9 mujeres
Por llevar gafas = 2 mujeres
Sin una cuestión concreta, por verse mal en el espejo = 4 mujeres
En total 30 mujeres que representan sobre el total investigado de 52, el 57, 69 %

En Hombres:

Por problemas de tartamudez = 9 hombres
Por problemas de exceso de peso= 20 hombres
Por problemas de corta estatura= 19 hombres
Por verse mal en el espejo, en general= 15 hombres[/color]

Un total pues de 63 hombres que representan sobre el total investigado de 123 un 51,21 %

domingo, 1 de agosto de 2010

EL SILENCIO Y LA INDIFERENCIA SON GENERADORES DE VIOLENCIA

Rosiris Peña Cabrales Los golpes y la agresión verbal son la expresión más contundente de violencia. Sin embargo, ésta tiene múltiples rostros y se puede disfrazar de silencio, indiferencia o incumplimiento de responsabilidades, por lo que es muy importante prev...enirla.

La violencia intrafamiliar es un fenómeno que ha adquirido dimensiones de problema social, por ésto las familias que se consideran sanas tienen que revisar si sus conductas y sus formas de interactuar pueden ser la antesala de la desintegración Los casos de violencia intrafamiliar están estrechamente ligados a la depresión, enfermedad que afecta al 30% de las mujeres, 20% de los hombres y 70% de los alcohólicos.

La familia es un equipo donde cada integrante cumple una función para el grupo y requiere del apoyo de todos para desenvolverse. Generalmente es comandada por un personaje que es precisamente quien no cumple con sus responsabilidades y su rol, afecta y violenta a toda la fsmilia.

También se dan los casos en que los pilares de la familia bloqueen u obstaculicen su desarrollo con la ruptura de la comunicación; silencio, hermetismo e indiferencia que son otras facetas de la agresión.

Para prevenir este problema, las familiastienen que revisar el nivel de comunicación en que se encuentra la relación entre sus integrantes, el grado de interacción que existe y preguntarse si apoyan los objetivos de vida del grupo familiar, si marginan a algún miembro o si están dominando sobre los demás hasta el punto de impedirles su propio desarrollo.

Detectar actitudes y conductas violentas, permite iniciar el camino hacia una relación más saludable y fructífera, pues la familia es un equipo en el que todos y cada uno son importantes y valiosos; tienen funciones, derechos y obligaciones y de su cumplimiento depende que cada uno alcance su realización.

A veces, algún miembro de la familia acude a solicitar ayuda especializada y al iniciar su tratamiento progresivamente va jalando al resto de los miembros del grupo. Esto se da como consecuencia lógica, pues al haber un cambio de actitud por una de las partes, condiciona al otro a la misma transformación.

Sin embargo, sucede muy a menudo que sols una de las partes afectada busca ayuda y los demas optan por el silencio y la indiferencia siendo entonces el arma mas eficaz a favor de la violencia.

Una familia sana debe estar más atenta a lo que ocurre en el seno interior, pues este espacio es el laboratotio donde se hace efectiva la convivencia social y los miembros que se rehusan, guardan silencio o muestran indiferencia estan demostrando tener un alto nivel de culpabilidad e irresponsabilidad generando por sí mismos el más alto grado de violencia.











ZAUDITH ALABA AL SEÑOR

ZAUDITH ALABA AL SEÑOR

LINEY CASTRO PEÑA-HERMANA DE ZAUDITH DA GRACIAS A DIOS.

LINEY CASTRO PEÑA-HERMANA DE ZAUDITH DA GRACIAS A DIOS.









LAURA Y LUIS GUILLERMO GALEZZO SOBRINOS DE ZAUDITH TAMBIEN LE DAN LA GLORIA A DIOS

LAURA Y LUIS GUILLERMO GALEZZO SOBRINOS DE ZAUDITH TAMBIEN LE DAN LA GLORIA A DIOS




ELIECER NUÑEZ-CILIA PEÑA, TIOS DE ZAUDITH ALABANDO AL DIOS ALTISIMO

ELIECER NUÑEZ-CILIA PEÑA, TIOS DE ZAUDITH ALABANDO AL  DIOS ALTISIMO

PEDRO NELPEÑA DORMELINA CABRALES LINEY PEÑA CABRALES ALFONSO CASTRO PEÑA ADRIANA ALZATE

PEDRO NELPEÑA DORMELINA CABRALES LINEY PEÑA CABRALES ALFONSO CASTRO PEÑA ADRIANA ALZATE














































UNIDOS EN UN MISMO SENTIR-CLAMANDO Y PROCLAMANDO

UNIDOS EN UN MISMO SENTIR-CLAMANDO Y PROCLAMANDO
VECINOS-FAMILIA












SEGUNDA VIGILIA

SEGUNDA VIGILIA
FAMILIA BENDECIDA





PRIMERA VIGILIA

PRIMERA VIGILIA
ZAUDITH CASTRO PEÑA

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ROSIRIS PEÑA CABRALES, UNA MADRE AFLIGIDA, CONVOCA A FAMILIARES AMIGOS Y VECINOS DE SU HIJA ZAUDITH CASTRO PEÑA UNA JOVEN DE 26 AÑOS A QUIEN LE FUERA DIAGNOSTICADO UN CARCINOMA DUCTAL POBREMENTE DIFERENCIADO DE TIPO NO ESPECIAL CON UN GRAVE PRONOSTICO, A SERVICIOS DE VIGILIAS Y ORACIONES INICIALMENTE EN SU RESIDENCIA, POSTERIORMENTE EN VARIAS RESIDENCIAS DE FAMILIARES Y VECINOS, SINTIENDO UN TREMENDO GOZO AL VER LAS MANIFESTACIONES DE SOLIDARIDAD, AMISTAD Y APRECIO GLORIFICANDOSE ASI EL NOMBRE DEL SEÑOR. GRACIAS DIOS. BENDICELOS A TODOS!



ZAUDITH CASTRO EN SU PRIMERA OPERACION

ZAUDITH CASTRO EN SU PRIMERA OPERACION

ROSIRIS PEÑA CABRALES-MADRE DE ZAUDITH

ROSIRIS PEÑA CABRALES-MADRE DE ZAUDITH




HERMANA BLANCA TORRES

HERMANA BLANCA TORRES
Madre espiritual de Zaudith Castro Peña-Una gran guerrera

FAMILIA UNIDA

FAMILIA UNIDA
Clamor unificado

ZAUDITH

ZAUDITH
Alabando al Señor-Confiando solo en El






ABUELITOS, CUÑADOS, TIOS, PRIMOS-VECINOS

ABUELITOS, CUÑADOS, TIOS, PRIMOS-VECINOS
Todos unidos en un mismo sentir